Antes que nada un pequeño tutorial por si alguna vez viajamos a Oxford y decidimos hacer "punting". Para desplazarse con una de estas barcas o "punts" se toma una pértiga de unos tres metros, se introduce dentro del agua, se apoya contra el suelo, y empujamos, dejando que la tercera ley de Newton haga el resto. Todo ello haciendo equilibrios sobre un extremo de la barca. Lo peor que te puede pasar (hablo por experiencia) es que el fondo del canal sea de barro y la pértiga de madera se quede clavada. Entonces tienes dos opciones: caer al agua aguantando heroicamente la pértiga, o dejarla clavada y esperar a que alguien (más hábil) la desclave y te la acerque. En cualquier caso, el invierno no es la mejor época para tomar ese riesgo.
Sylvia y yo llegamos al centro de Oxford y subimos al café de la librería Blackwells, y nos instalamos cómodamente en esa frontera entre trabajo y placer que supone otra discusión científica. Esta vez más práctica que la de la noche anterior. La cosa va de medicamentos.
Me sorprende que las moléculas que constituyen muchos medicamentos tengan una estructura tan sencilla. Uno espera una compleja molécula retorcida de forma imposible, pero no. Una pequeña molécula es capaz de abrir las puertas que permiten el intercambio de substancias en la célula. Estas puertas de acceso al interior de la célula son las proteínas transmembrana, y éstas si que son extremadamente complejas. Tienen una forma aproximada de un tubo que atraviesa la membrana celular de parte a parte.
Pues bien, algunos medicamentos, de apariencia sencilla, son capaces de unirse a sitios específicos de estas proteínas y abrir o cerrar estos canales a voluntad... y todo ello sucede, evidentemente, en medio acuoso. La idea, que se abre paso entre sorbo y sorbo de café, es intentar "mapear" estas drogas. Es decir, mirar en qué lugares alrededor de una molécula terapéutica se une el agua (partes hidrófilas) y dónde prefiere no estar (partes hidrófobas). Además sería interesante poder determinar si la estructura del agua se modifica alrededor de estos sitios, y hasta qué distancia... y para ello cerramos el círculo y volvemos a la entropía.
Al mediodía vamos a comer los estudiantes del grupo de Sylvia y yo a un local de Falafel, el Najar's place. No estaba en mi lista original de cosas que hay que hacer en Oxford, pero sin duda hay que añadir probar uno de estos bocadillos exquisitos. A poder ser con Hallumi y con Baba Ghanoush... ¿y la entropía?
El máximo desorden en un sistema molecular lo obtenemos cuando no existe ni una posición ni una orientación particular de las moléculas. Para entenderlo, imaginemos que podemos viajar cabalgando a lomos de una molécula. El viaje lo hacemos atravesando un sistema completamente desordenado. Si miramos a nuestro alrededor veremos moléculas en cualquier dirección en que miremos. Por decirlo de una forma más o menos poética, si las moléculas fueran estrellas, desde nuestra montura molecular veríamos estrellas en cualquier dirección formando un fondo uniforme de puntos brillantes. Esto sucede en un gas ideal, que es el estado máximo de entropía de un material. Es el estado de máximo desorden.
Si, en cambio, el agua se ordenara alrededor de una molécula de medicamento veríamos aparecer "grumos" en nuestra noche estrellada. Es decir, allá donde las moléculas de agua se reúnen veríamos manchas más brillantes. Esto haría que la entropía de nuestro sistema disminuyera. Ahora la clave está en conseguir traducir esta idea en números. Y para ello tenemos que echar mano de la teoría de la información. Pero esto lo explicaremos mañana, en la siguiente entrada del blog.
La noche la rematamos en uno de los numerosos pubs de Oxford. En concreto, en el Fir Tree, con un hogar en el que arde un fuego que da un ambiente cálido al local. Es hora de sentarse con una hoja de papel y resumir y ordenar las ideas y crear un plan de trabajo. Lo que llamaría mi queridísimo amigo Artur Paz "una reunión de pizarra". En la hoja de papel intentamos, en la medida de lo posible, ordenar las ideas de los días anteriores... y una vez más disminuimos la entropía de nuestro sistema desafiando a la segunda ley. Y mañana a Cambridge.
Si quereis saber más:
En youtube:
www.youtube.com/watch?v=81MtXcoBI0o
Los artículos:
-
Amphipathic Solvation of Indole: Implications for the Role of Tryptophan in Membrane Proteins. Andrew J. Johnston, Yapei (Rosie) Zhang, Sebastian Busch, Luis Carlos Pardo, Silvia Imberti, and Sylvia E. McLain. J. Phys. Chem. B, 2015, 119 (19), pp 5979–5987
- On the positional and orientational order of water and methanol around indole: a study on the microscopic origin of solubility. Henao A, Johnston A, Guàrdia E, McLain S.E., Pardo L. C. Phys Chem Chem Phys. 2016 17;18(33):23006-16
La vida escogió el desorden de los líquidos para empezar. En este blog hablaremos de sistemas desordenados y de cómo los científicos intentan poner orden a sus ideas.
Últimas entradas
Lo más comentado
La muy aburrida coherencia de la física cuántica
Un artículo dice
La numerología pitagórica, los quarks y el nanocosmos
No, la física cuántica no dice eso
Determinismo en la Física Cuántica