La investigación sobre la percepción nos trae a primer plano la importancia de la postura erguida
TANIA LOMBROZO
Aunque el cristalino del ojo proyecta sobre la retina una imagen invertida, vemos el mundo con la orientación debida. Suele afirmarse que la imagen del globo ocular vuelve a ser invertida en el cerebro, para restaurar la orientación original, pero tal declaración es errónea. No se produce ese giro de 180 grados porque el cerebro no dispone de una copia de la imagen retiniana: cuenta solo con pautas de impulsos nerviosos, que codifican la imagen de modo que resulte correctamente percibida. El cerebro no imprime giro alguno a los impulsos nerviosos.
Dejado aparte ese error común, la visión de las cosas en la orientación correcta reviste harto mayor complejidad de lo que cabría imaginar, según señaló con nitidez hace unos 30 años Irvin Rock, investigador de la percepción de la Universidad Rutgers.
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