ELLIOT LIM Y JESSE VARNER CIRES, Universidad de Colorado en Boulder, y NOAA/National Geophysical Data Center (www.ngdc.noaa.gov/mgg)
El 85 por ciento de las erupciones volcánicas se dan en las profundas aguas oceánicas a lo largo de las dorsales mesoceánicas.
La lava emitida por estas estrechas cadenas volcánicas del fondo marino genera los contrafuertes rocosos de todos los océanos.
Hasta hace poco, se desconocía el mecanismo mediante el cual la lava ascendía y llegaba a las dorsales.
Los expertos creen que el proceso se inicia con la formación de gotículas de roca líquida en regiones de profundidades superiores a los 150 kilómetros.
En las oscuras y frías profundidades oceánicas se producen, apenas advertidas, el 85 por ciento de las erupciones volcánicas de la Tierra. Aunque oculto, el fenómeno reviste suma importancia: los volcanes submarinos generan los sólidos contrafuertes de los océanos del planeta, placas de roca de siete kilómetros de espesor.
A principios del decenio de los sesenta, la geofísica empezó a plantearse el ardiente origen del fondo marino, la corteza oceánica. Los sonares revelaron que los volcanes submarinos formaban cadenas montañosas, sin solución de continuidad casi, a lo largo de todo el globo, distribuidas cual costuras de una pelota de béisbol. Más tarde, los esfuerzos se centraron en explicar qué era lo que alimentaba esas cadenas de montañas eruptivas o dorsales oceánicas. Las teorías principales sugerían que, dado que la corteza oceánica se alejaba de las dorsales, el material caliente del interior rocoso de la Tierra debía ascender para rellenar el vacío resultante. Sin embargo, el origen exacto de la lava y el modo en que ésta viaja hasta la superficie han sido un misterio durante largo tiempo.
Mayo 2009
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