Tres siglos de biología reduccionista han culminado en un triunfo resonante. En su disección de la vida en componentes cada vez menores -los organismos en órganos, los tejidos en células, los cromosomas en ADN y el ADN en genes-, la ciencia ha llegado al límite. Se conoce cada peldaño molecular de la escalera química que constituye la mayor parte del genoma humano. Antes incluso de que el borrador de la secuencia se hiciese público el mes de febrero del año en curso, algunos investigadores con inclinaciones filosóficas estaban ya avizorando el nuevo horizonte de la biología: la era del integracionismo. Nadie cuestiona que los modelos de ordenador serán las herramientas principales con que se insertarán todas las piezas bioquímicas hasta completar una teoría cabal. Pero si la diversidad de "células virtuales" que se están elaborando nos sirve de orientación, parece palmario que no existe acuerdo todavía en torno al uso más idóneo de esas herramientas.
"Se supone que éste es el paso final", observa Drew Endy, del Instituto de Ciencias Moleculares de la Universidad de California en Berkeley. "Tenemos completa la lista de las piezas de un ser humano. Diríase que se trata sólo de juntarlas en un ordenador y apretar un botón" para que se desentrañen los intrincados misterios de la medicina. Pero lo cierto es que "nada podría estar más lejos de la verdad".
Lo más comentado
Diccionario de física cuántica: entrelazamiento
Sinopsis del siglo XXI
¿Nos controla el inconsciente?
Artículos top 12 publicados en el año 2022