Con el tiempo, los ordenadores pueden llegar a ser tan imprescindibles como el estetoscopio. Los sistemas médicos pueden almacenar datos y recuperarlos selectivamente; no está lejos el día en que aconsejarán acerca del tratamiento.
La señora Juárez padece un dolor en la parte baja de la espalda desde hace varias semanas. El reposo en cama y las aspirinas no han servido de ayuda. Supone que quizás un analgésico más potente le iría mejor y decide acudir al médico que le corresponde en la ciudad a la que se ha trasladado recientemente. Le explica al doctor que el dolor empezó al poco tiempo de haber jugado un partido de tenis por primera vez después de un año sin coger la raqueta. El examen físico sólo manifiesta cierta limitación de la movilidad en el codo izquierdo y un aumento de la sensibilidad en la zona baja de la espalda.
El doctor se dirige a su ordenador personal, que tiene acceso a una red nacional, y contacta con el ordenador hospitalario de la ciudad de donde procedía la señora Juárez. Ese ordenador contiene grabaciones médicas electrónicas a las que puede acceder el personal sanitario autorizado por el paciente. En pocos segundos, el médico comprueba que la señora Juárez fue sometida hace cinco años a una operación de tumorectomía para extirparle un pequeño cáncer de pecho. Desde entonces, no ha tenido ningún problema con su salud y había olvidado comentar el episodio al referirse a su dolor de espalda.
Diciembre 1987
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