El movimiento del hierro fundido en el núcleo externo crea las condiciones que generan el campo magnético terrestre. La cartografía de la actividad magnética en el núcleo relaciona este flujo con la evolución del campo.
¿Qué condiciones reinan en el núcleo externo situado a 1200 kilómetros del centro de la Tierra? Las temperaturas alcanzan las de la superficie del Sol (5800 grados Celsius) y las presiones superan el millón de atmósferas. Alrededor del núcleo interno sólido circula hierro fundido, actuando como una dinamo que genera el campo magnético terrestre. Oleadas de hierro líquido, que fluye con la facilidad del agua y conduce la electricidad mejor que el cobre, levantan tempestades magnéticas. En la misma superficie de la Tierra, a 3000 kilómetros del núcleo externo, estas tempestades pueden detectarse por las variaciones de intensidad del campo magnético terrestre.
Obviamente, los geofísicos que pretenden explicar y pronosticar los cambios del campo magnético deben entender qué ocurre en el núcleo externo. A diferencia de los meteorólogos, los geofísicos no parten de observaciones realizadas durante la corta escala de tiempo de su propia vida, ya que las perturbaciones magnéticas invierten décadas en desarrollarse y persisten durante siglos, mientras que las tormentas atmosféricas surgen en cuestión de horas y duran días. Afortunadamente, los estudiosos del tema han registrado los cambios del campo magnético terrestre durante más de 300 años.
Febrero 1990
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