A medida que crecen, las ciudades aumentan su productividad y eficiencia.
Durante siglos, las ciudades han sido descritas como aglomeraciones antinaturales y castigadas por las epidemias, la violencia y el elevado coste de la vida. ¿A qué se debe entonces la migración en todo el mundo del campo a la ciudad? Investigaciones recientes, que están dando forma a una ciencia multidisciplinar sobre los entornos urbanos, empiezan a ofrecer la respuesta: en las ciudades se concentra, acelera y diversifica la actividad social y económica.
Los datos muestran que las ciudades producen una cantidad mayor de inventos y de oportunidades de desarrollo económico. A menudo, los lugares más «verdes» del planeta son grandes urbes, ya que los habitantes de núcleos más densos dejan por lo general una huella energética menor, necesitan en promedio menos infraestructuras y su consumo no llega a la media mundial de recursos per cápita. En comparación con las áreas rurales o con las zonas residenciales suburbanas, las grandes urbes hacen más con menos. Y su productividad y eficiencia aumentan con su tamaño.
Noviembre 2011
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La mayoría de la humanidad ya vive en entornos urbanos. Este simple hecho alienta nuestro éxito como especie.
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