Las pisadas de los elefantes bullen de vida.
MORKEL ERASMUS, GETTY IMAGES
Cuando uno llega a pesar más de 6000 kilogramos, deja huella —literalmente— allá por donde va. Así sucede con el elefante africano (Loxodonta africana), que, según investigaciones inéditas, es un benefactor para docenas de animalillos minúsculos.
En su tránsito por la selva o la sabana, hoya el suelo con grandes pisadas de hasta 30 centímetros de hondo. Si se llenan de agua, esos hoyos se convierten en microhábitats para otras formas de vida. Investigadores de la Universidad de Coblenza-Landau y de otras instituciones han estudiado el contenido de una treintena de esas minicharcas en Uganda y han contabilizado al menos 61 microinvertebrados de nueve órdenes distintos que han hecho de ellas su hogar: ácaros, efímeras, remeros (notonéctidos), sanguijuelas, gasterópodos, etcétera. Y también renacuajos. Todo sea dicho, las pisadas más viejas alojan la biodiversidad más rica, probablemente a causa de la acumulación de hojas y de otros restos orgánicos que sirven de alimento. Los resultados del estudio se publicaron en línea el pasado verano en African Journal of Ecology.
El recuento indica que las pisadas del paquidermo podrían formar parte del ciclo de vida de algunas especies y de la propia red trófica. Quién iba a imaginarse que algo tan anodino como las huellas de los elefantes podía ser fundamental para muchos otros animales, opina George Wittemyer, presidente del Comité científico de Save the Elephants, que no ha participado en el estudio. Los investigadores reconocen que el trabajo es preliminar y será preciso ahondar más en la cuestión para conocer el grado de dependencia de los diminutos moradores de esos mundos mínimos.
El estudio se suma al conjunto de investigaciones que revelan el cometido vital que el elefante desempeña en su ecosistema (como la dispersión de semillas a través de sus voluminosas deposiciones). Su autor principal, Wolfram Remmers de la Coblenza-Landau, espera que sirva de recordatorio de lo que podríamos perder si no se pone remedio a la caza furtiva en África.
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