He disfrutado leyendo «La temible y electrizante anguila», de Kenneth C. Catania [Investigación y Ciencia, julio de 2019]. Me gustaría saber qué experimentos se han llevado a cabo para averiguar cómo se protege la anguila de sus propias descargas eléctricas. ¿Se halla su sistema nervioso aislado o protegido de alguna manera?
Bruce Rogers
RESPONDE CATANIA: Se trata de una excelente pregunta. Mucha gente —yo incluido—siente curiosidad por saber qué mecanismo evita que las anguilas se electrocuten a sí mismas. Aunque nadie parece conocer todos los detalles, el lector va por buen camino. No cabe duda de que en el cuerpo del animal hay zonas de resistencia eléctrica baja junto a otras aislantes (sabemos que estas últimas existen alrededor de los electrocitos, las baterías biológicas de la anguila).
Al respecto, solamente puedo decir lo siguiente: las anguilas parecen protegerse a sí mismas solo a duras penas. En ocasiones se observa que una anguila que se ha enrollado sobre sí misma para amplificar el efecto eléctrico sobre su presa acaba sacudiendo las aletas con cada descarga de alto voltaje. Por tanto, incluso la anguila parece electrocutarse, aunque solo sea levemente.
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