Sífilis americana por viruela europea.
El viaje que hace ya más de quinientos años llevó a Colón y a sus noventa marineros allende el océano Atlántico tuvo diversas consecuencias para el desarrollo social y económico del mundo occidental, pero su resultado más inmediato y dramático fue, ciertamente, la rápida redistribución geográfica de las enfermedades contagiosas. Por la nueva ruta empezaron a viajar también los gérmenes patógenos que había en ambos continentes, con lo que en breve se produjo la última fase de la “unificación microbiana del mundo”.
La llegada de los europeos equivalió a un tremendo “choque biológico”, esto es, a un trastorno total del ambiente selectivo de las poblaciones amerindias, las cuales, perdida su antigua inmunidad natural al enfrentarse a los principales agentes infecciosos aportados por los españoles, fueron agredidas por una avalancha de gérmenes patógenos. En el transcurso de un siglo, nueve décimas partes de los habitantes de las Américas Central y Meridional murieron a causa de graves epidemias de viruela, sarampión, peste y gripe.
Agosto 1992
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