Nació en un suburbio londinense, carecía de educación universitaria y fue un desempleado, si exceptuamos los seis años que estuvo ocupado como oficinista de telégrafos. Sin embargo, gracias a su talento y tesón, Oliver Heaviside se convirtió en un físico victoriano sobresaliente. Aclaró y amplió la teoría electromagnética de James Clerck Maxwell, descubrió el principio que hacía posible la telefonía a larga distancia y previó la televisión, la radio y algunos aspectos de la teoría de la relatividad de Einstein.

A pesar de que Heaviside fue muy estimado por los científicos de su tiempo, ha caído en un olvido casi absoluto, en parte porque sus métodos tuvieron tanto éxito que pasaron a los libros de texto para describir el trabajo de investigadores que le precedieron. Hoy, por ejemplo, muchos científicos admiten sin más que el uso de vectores para describir fuerzas era algo que ya estaba al alcance de Newton dos siglos antes. La verdad es que fue Heaviside quién instauró su aplicación en física.