El noveno planeta tiene una enorme luna, una superficie cubierta de metano congelado y una tenue atmósfera que puede caer periódicamente en forma de nieve. ¿Nos hallamos ante una reliquia de la formación del sistema solar?
El noveno planeta del sistema solar ha sabido guardar celosamente sus secretos. Mundo frígido, pequeño y distante, semeja una mancha uniforme, incluso visto a través de los mayores telescopios terrestres. Es también el único planeta que no ha recibido la visita de los vehículos espaciales.
Pese a todas esas dificultades, comienza a dibujarse una nueva imagen de Plutón. Una tenaz observación que maneja una rica batería de modernos instrumentos, así como la fortuna de algunos alineamientos celestes fortuitos, han proporcionado bastantes sorpresas. Plutón tiene un satélite, Caronte, cuyo enorme tamaño permite considerarlos a ambos como si de un planeta doble se tratara. El planeta presenta brillantes casquetes polares y una región ecuatorial más oscura y moteada. Una capa de hielo de metano cubre la mayor parte de su superficie. Tiene incluso una delgada atmósfera; cuando el planeta se encuentra más alejado del Sol, toda la atmósfera o parte de ella puede congelarse, precipitando en forma de nieve sobre la superficie. Muy diferente de la de Plutón, así parece, la superficie de Caronte pudiera ser una gran extensión de hielo de agua.
Agosto 1990
Revista digital en PDF
Revista en papel
Suscripción
Lo más comentado
Diccionario de física cuántica: entrelazamiento
Sinopsis del siglo XXI
¿Nos controla el inconsciente?
Artículos top 12 publicados en el año 2022