Más de nueve mil trillones de estrellas se han formado en el universo observable en los 13.700 de millones de años que lleva existiendo. A pesar de esa profusión de estrellas, el universo fue bastante oscuro durante sus primeros mil millones de años, según los modelos cosmológicos. En esa época opaca contaba con nubes de gas y materia oscura, y poco más; las primeras estrellas no se formaron hasta pasados cientos de millones de años. Una vez que la maquinaria cósmica productora de estrellas se puso en marcha, la fabricación estelar prosiguió a un ritmo prodigioso. Pero, ¿se mantuvo constante a lo largo de la historia del universo? ¿O se trató de una explosión de natalidad?
Esas preguntas se refieren a algo más que meras curiosidades cósmicas. La explosiva natalidad subsecuente a la Segunda Guerra Mundial reflejaba profundos cambios sociales y económicos en los países occidentales. En una suerte de paralelismo, las distintas tasas de formación estelar nos informan de las circunstancias físicas que rodean al nacimiento de las estrellas. A esas "circunstancias físicas" las llamamos galaxias: la frecuencia de la producción de estrellas está íntimamente ligada al proceso de formación galáctica.
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