Se han descubierto esponjas carnívoras en una cueva submarina del Mediterráneo. Pertenecen a la familia Cladorrícidos y se parecen a las de las profundidades oceánicas.
Cuando de comer se trata, las esponjas no son nada melindrosas; absorben las partículas o los microorganismos que tienen cerca. Pero el descubrimiento de esponjas carnívoras en una cueva del Mediterráneo sugiere que el tipo Poríferos puede ser más diverso (y quizá más capaz de percepción) de lo que pensaban los científicos. Las esponjas, de la familia Cladorrícidos, fueron encontradas por Jean Vacelet y Nicole Boury-Esnault, de la Universidad de Aix-Marsella II. Se parecen a las esponjas de las grandes profundidades oceánicas. El hallazgo de estos animales en aguas más someras permitió conocer su modo de alimentación. Las presas son atrapadas por filamentos cubiertos de pequeñas espículas en forma de gancho. Células epiteliales de la superficie externa migran gradualmente hacia el alimento capturado, en este caso una gambita, y la envuelven. Una vez absorbida, la pitanza tarda varios días en digerirse, y crecen nuevos filamentos en el lugar de los antiguos.
Junio 1995
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