Genes purificados y microinyectados dentro de ovocitos de anfibios se expresan con precisión y abundancia. El ovocito puede utilizarse como tubo de ensayo para el estudio de los detalles de la regulación génica durante el desarrollo.
Las posibilidades de que los biólogos puedan comprender con detalle el funcionamiento de los genes han aumentado considerablemente gracias a los recientes avances técnicos que permiten aislar genes de organismos superiores, recombinarlos con plásmidos bacterianos, clonarlos (multipilcándolos en bacterias) y determinar la secuencia de nucleotidos del ADN así obtenido.
Para ello se necesita un sistema experimental en que el gen se exprese y a través del cual pueda observarse la acción de las sustancias que regulan su actividad. En este artículo describiremos algunos experimentos en los cuales una célula viva intacta sirve de tubo de ensayo donde los genes de otras células introducidos por microinyección, funcionan normalmente. Estos experimentos han proporcionado nueva información sobre el desarrollo y el funcionamiento de los genes. De cara al futuro quizá su mayor importancia resida en que sugieren un nuevo camino en la investigación de las sustancias que regulan la actividad genética.
Febrero 1980
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