La participación creciente de China en patentes internacionales señala la aparición de una nueva forma de I+D.
Los países no suelen crear tecnología original e innovadora hasta que son francamente prósperos; en concreto, hasta que su producción y renta per cápita se aproximan a la de los países más ricos. China sigue siendo bastante pobre. En 2010, hace solo tres años, su renta per cápita no alcanzaba una décima parte de la estadounidense. Mas, según datos oficiales, las empresas chinas incrementaron su inversión en I+D a razón de un 26,2 por ciento anual entre 1996 y 2010. El número de patentes concedidas a inventores chinos por la Oficina de Patentes y Marcas estadounidense se multiplicó 46,28 veces entre 1996 y 2010. ¿Cómo explicarlo?
Una mirada atenta a estas solicitudes de patentes deja ver que han sido corporaciones multinacionales, no empresas chinas, las titulares de la mayoría de las que se concedieron durante esta explosión reciente. Dicho de otro modo, las compañías chinas siguen rezagadas respecto a sus competidoras multinacionales a la hora de generar inventos que se patenten en los principales mercados extranjeros.
Diciembre 2013
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