El sistema reproductor de la araña guarda escaso parecido con el de cualquier otro grupo del reino animal. En la cabeza se insertan un par de apéndices denominados pedipalpos, que son estructuras sensoriales cuya función primordial estriba en percibir el gusto de una presa potencial. En el macho los segmentos terminales de los ''palpos'' están modificados y adaptados para introducir el semen en la hembra.
Los órganos del palpo, la estructura copuladora básica del macho, pueden asimilarse a una simple pipeta provista de una pera de goma. Desde una cámara que hace de reservorio, discurre un estrecho tubo, el émbolo, cuyo agudo extremo se halla perforado para que pueda pasar el semen. El macho introduce el émbolo en el orificio genital de la hembra durante la cópula. En ciertas familias de arañas el órgano del palpo se halla rodeado por placas esclerotizadas, ganchos y espinas. Simultáneamente, las hembras han desarrollado una estructura esclerotizada, el epigino, que se encuentra cerca del orificio genital; dentro de una misma especie las estructuras del palpo del macho encajan en el epigino de la hembra.
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