La repetición de los experimentos que realizaron los primeros microscopistas muestra lo que ellos percibieron con sus rudimentarios instrumentos constituidos por una sola lente.
En 1674 Antony van Leeuwenhoek descubría, mientras miraba a través del microscopio que había construido, un mundo nuevo, fascinante. Nuestro holandés aficionado a la ciencia se sorprendió cuando, observando la baba que había recogido de la superficie de un lago, halló organismos desconocidos: "Quedé maravillado ante el número de animálculos que se movían raudos por el agua, de aquí para allá, arriba y abajo."
Con Leeuwenhoek, que vivió de 1632 a 1723, se inauguró la microbiología. Antes de que floreciera la ciencia de la óptica, Leeuwenhoek talló con sus manos más de 500 microscopios. Con ellos, registró, además de los "animálculos" o microorganismos, muchas estructuras celulares, eritrocitos y espermatozoides. Describió bacterias, protozoos, rotíferos, células vegetales y hongos.
Junio 1998
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