Los gradientes altitudinales favorecen la aparición de hábitats muy diferentes con una gran diversidad de micromamíferos, la cual es todavía muy poco conocida.
el ardillo pigmeo (Exilisciurus exilis) habita predominantemente en el bosque de tierras bajas de Borneo, donde suele alimentarse de insectos y de la corteza de los árboles. [CARLES VILÀ]
Al pensar en los bosques tropicales, a muchos de nosotros nos vienen a la mente las pluvisilvas de tierras bajas, que representan la mayoría de esos bosques. Sin embargo, en las zonas tropicales de todo el mundo se elevan algunas montañas de gran altitud. Debido a los cambios ambientales rápidos asociados al fuerte gradiente altitudinal, estas montañas albergan una sucesión de hábitats muy diversos, cada uno ocupado por especies diferentes, a menudo endémicas y muy divergentes de otras que son morfológicamente similares.
Una de estas montañas tropicales es el monte Mulu, de 2376 metros de altitud, en el estado malasio de Sarawak, en Borneo. La pendiente pronunciada de sus laderas ha dificultado enormemente el acceso a la cumbre hasta hace unas pocas décadas. Nuestro grupo de investigación las ha estado explorando para documentar la fauna de pequeños mamíferos que alberga. Con la ayuda de trampas, obtenemos datos y muestras de los animales que capturamos. Utilizamos herramientas genéticas, análisis de isótopos estables y estudios morfológicos para aprender sobre la ecología, la historia evolutiva de estas especies y sus comunidades.
Los muestreos nos han permitido encontrar algunas de las mismas especies que hemos hallado en otras montañas altas de Borneo, según describimos en PeerJ en octubre de 2019. Destacan varias especies endémicas: la ardilla de montaña Sundasciurus everetti y la musaraña arborícola Tupaia montana, de morfologías muy parecidas pero pertenecientes a linajes separados hace más de 70 millones de años. También hemos observado la rata gigante de montaña Sundamys infraluteus, endémica de los bosques de altura de Borneo. Sin embargo, no hemos localizado el gimnuro de cola corta (Hylomys suillus), una especie de erizo que había sido detectada en las primeras expediciones realizadas en zonas altas de la región a finales de los 70, lo que hace pensar que podría haberse extinguido.
Nuestros resultados indican que las comunidades de micromamíferos tropicales están estrechamente ligadas a su hábitat: sus poblaciones se han expandido o contraído en el pasado de forma paralela a como lo ha hecho la distribución de los diferentes tipos de bosques. Con el calentamiento global actual, los bosques de montaña se están reduciendo, y muchas de las especies que hemos encontrado probablemente se extinguirán durante este siglo si no hacemos nada para evitarlo, como le puede haber sucedido a Hylomys suillus en Mulu.
Si eres investigador en el campo de las ciencias de la vida y la naturaleza, y tienes buenas fotografías que ilustren algún fenómeno de interés, te invitamos a participar en esta sección. Más información, aquí.
Julio 2020
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