El 23 de junio de 2005, la Agencia Federal de Fármacos y Alimentos estadounidense (FDA) aprobó el BiDil, el primer medicamento "étnico". Estaba concebido para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva en los negros norteamericanos. Ese mal consiste en el debilitamiento progresivo del corazón hasta el punto de no poder bombear sangre.
Se repitió con profusión que la aprobación suponía un gran paso hacia una nueva era de la medicina personalizada, una era en la que los fármacos estarían diseñados para actuar sobre el perfil genético de cada individuo.
Lo más comentado
Diccionario de física cuántica: entrelazamiento
Sinopsis del siglo XXI
¿Nos controla el inconsciente?
Artículos top 12 publicados en el año 2022