Una ruptura puede tener al menos una cosa buena: mayor destreza para detectar sonrisas falsas
Rachel Mahan
Una ruptura puede tener al menos una cosa buena: mayor destreza para detectar sonrisas falsas. El equipo liderado por Michael Bernstein, de la Universidad de Miami, ha descubierto que las personas que se sienten rechazadas poseen mejor capacidad para discriminar entre las sonrisas falsas y las sinceras. Sostienen que una sonrisa sincera expresa emociones auténticas, como la cooperación, porque algunos de los músculos que utilizamos --los orbiculares de los ojos-- no están sometidos a control consciente. A nuestros antepasados, para sobrevivir, les resultaba imprescindible la integración en un grupo --afirma Bernstein--, por lo que a un individuo ajeno no le convendría despilfarrar energía actuando según una reacción falsa... ni perder la oportunidad de ser aceptado.
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