Tras nacer y durante un tiempo, el bebé depende de los padres para satisfacer sus necesidades básicas. La única estrategia de que dispone para conseguir que le presten atención, y así asegurarse su sustento, son el llanto y los gritos. Si las personas de referencia atienden de forma adecuada a los ruegos del pequeño, este gana en seguridad y confianza. Las experiencias en los doce primeros meses de vida resultan esenciales para sentar las bases de un desarrollo posterior saludable.
ANKE HEINELMANN
[El artículo completo (PDF) incluye una infografía de 2 páginas que explica el desarrollo cognitivo y emocional del niño durante los 12 primeros meses de vida.]
Lo más comentado
Un artículo dice
La numerología pitagórica, los quarks y el nanocosmos
La muy aburrida coherencia de la física cuántica
No, la física cuántica no dice eso