Atisbar en los circuitos cerebrales. En busca de conexiones
Una novedosa técnica de formación de imágenes, la difusión tensorial, desvela las conexiones estructurales subyacentes a la personalidad, la conducta y las enfermedades.
La neurociencia llevaba largo tiempo abordando el cerebro en términos de componentes: la corteza visual procesa lo que vemos, el área de Broca es el centro del lenguaje, y así sucesivamente. Sin embargo, al irse perfeccionando el conocimiento del cerebro, ha ido resultando claro que un modelo más cercano a la realidad ha de fundarse en la forma en que los módulos se interconectan en circuitos.
Una técnica denominada imaginología de difusión tensorial (IDT) proporciona una suerte de sonda para calar en la naturaleza de las conexiones. Los resultados de un estudio reciente nos facultan para suponer que, cuantas más experiencias nuevas busca una persona, y cuanto más fía en la aprobación social, tanto más vigorosas son sus conexiones entre regiones cerebrales implicadas en la recompensa, la emoción y la toma de decisiones.
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