¿Podemos poner en duda honradamente que todos nuestros pensamientos nos pertenecen? Aunque pueda parecer sorprendente, la respuesta es sí. Es verdad que, en general, estoy seguro de que soy yo quien percibe, piensa, siente y actúa. Pero eso no significa que sea necesariamente así. Mientras una persona sana tendrá por propios sus pensamientos e intenciones, esta sensación puede desaparecer en un esquizofrénico, quien considera extraños sus propios pensamientos y los interpreta como "voces" de fuera.
Debe, pues, reputarse un logro mental singular concienciarse de que los pensamientos, sentimientos e incluso acciones son de uno. Sólo ese acto posibilita la "conciencia de uno mismo". Parece que ésta permea instintivamente, como vivencia, todos los procesos mentales conscientes. Por ello mismo, se considera a la esquizofrenia una enfermedad de la conciencia del yo. No obstante, también entre los sanos se dan excepciones a la regla; así, en los sueños, la hipnosis o la meditación.
Lo más comentado
Un artículo dice
¿Qué es la vida?
No, la física cuántica no dice eso
La tercera convergencia tecnológica, un viaje hacia atrás en el tiempo