En cierta ocasión, de visita en Kioto, encontré sobre una valla un cartel rotulado en kanji. Le pregunté al guía lo que en él se decía y me respondió que se podría traducir por "No fijar carteles". No hay que ser un lince para comprender que el propio aviso era un cartel y, por ello, iba en contra de lo que declaraba. Para impedir que se pegasen tales anuncios podríamos considerar poner otro rótulo que dijera:"No fijar carteles No fijar carteles". Pero, claro, esto es también un cartel. Así, podríamos pensar en una tercera prohibición que enunciase "No fijar carteles "No fijar carteles No fijar carteles"". Como podemos ver, este proceso conduce a una secuencia infinita de prohibiciones que no sólo cubriría toda la valla sino, en última instancia, el universo entero, pues cada rótulo es más largo que el anterior. Quizá fuera preferible, a la postre, permitir unos cuantos anuncios.
Estas declaraciones que hacen referencia a sí mismas son ejemplos de recurrencia, o recursión.
Lo más comentado
Diccionario de física cuántica: entrelazamiento
Sinopsis del siglo XXI
¿Nos controla el inconsciente?
Artículos top 12 publicados en el año 2022