El cerebro de las personas con sinestesia presenta conexiones cerebrales singulares.
ISTOCK / IPOPBA
Los individuos con sinestesia experimentan determinadas percepciones sensoriales siempre juntas: unos relacionan las sensaciones táctiles con sabores; otros asocian los números con colores. Aunque este fenómeno se conoce desde hace un tiempo, los científicos no sabían, hasta ahora, sobre sus causas.
Un equipo dirigido por Amanda Tilot, del Instituto Max Planck de Psicolingüística en Nimega, ha investigado la herencia genética de tres familias cuyos miembros presentan una forma particular de sinestesia desde hace más de tres generaciones. Cuando escuchan tonos, ven colores.
Aunque los investigadores no han descubierto ningún «gen de la sinestesia» común a todas las familias, sí han hallado variantes genéticas raras que se relacionan con la axogénesis, es decir, la construcción de circuitos neurales. Estos genes están activos, sobre todo, durante la infancia temprana, cuando este peculiar fenómeno cognitivo acostumbra a hacerse notar por primera vez. Estos hallazgos apuntan en la misma dirección que los resultados obtenidos en estudios mediante neuroimagen: existen varias regiones en el cerebro del sinestésico que se conectan entre sí de manera diferente al del resto de las personas. Por otro lado, el hecho de que las variantes genéticas de las tres familias no coincidan entre sí hace pensar que hay diferentes mecanismos que conducen a una misma experiencia de sinestesia.
Fuente: PNAS 10.1073/pnas.1715492115, 2018
Septiembre/Octubre 2018
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