En 1871, Mivart escribía: "La selección natural es absolutamente incapaz de explicar el mantenimiento y desarrollo de estructuras bajo su forma inicial, rudimentaria y minúscula, por muy útiles que luego lleguen a ser".
En 1871, Mivart escribía: "La selección natural es absolutamente incapaz de explicar el mantenimiento y desarrollo de estructuras bajo su forma inicial, rudimentaria y minúscula, por muy útiles que luego lleguen a ser". Uno de los ejemplos que menciona es la asimetría de los peces planos, o Pleuronéctidos, cuyos adultos poseen ambos ojos en un mismo lado. Según él, si la explicación del aplastamiento y la asimetría de los peces planos es un mejor camuflaje y una mayor facilidad para alimentarse en el fondo, el origen mismo del fenómeno, esto es, el inicio de la migración ocular, no confiere ninguna ventaja al animal y no puede ser explicado por la selección natural.
Darwin responde a las objeciones de Mivart en la última edición (1872) de El origen de las especies: 1) un órgano en desarrollo puede muy bien ejercer una función diferente de la conseguida por el órgano final; es la función de partida la que se selecciona (como la pluma de las aves, originada de un órgano que servía inicialmente para la termorregulación); 2) el órgano en cuestión puede estar vinculado con otra característica cuya aparición ha supuesto una ventaja selectiva inmediata.
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En 1859, tras más de veinte años de trabajo, Darwin publica El origen de las especies. Aprovechará las ediciones siguientes para responder a las críticas que suscita su teoría.
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