La lectura de su Libro dei quadrati confirma la corrección y la originalidad del más grande de los matemáticos medievales, conocido también por el nombre de Fibonacci.
Las relaciones comerciales con el Oriente, iniciadas ya antes del año 1000 por las repúblicas marítimas italianas, y, después de aquella fecha, la penetración en territorios de cultura árabe por los normandos de Sicilia, por la Reconquista española y por los cruzados, posibilitaron el renacimiento de la cultura europea del siglo XII, cultura que resurgía con una impronta greco-árabe, filosófico-científica, y a la que se superpondría un siglo más tarde la impronta literaria latina.
Primordial ingrediente de aquel renacimiento fue el entusiasmo con que los estudiosos laicos y eclesiásticos de todas las partes de Europa se dedicaron a buscar documentos de la antigüedad griega traducidos al árabe y también obras árabes originales, entusiasmo del que dan una idea las tradiciones sobre el viaje de Gerberto de Aurillac a la España musulmana y sobre la conversión de Adelardo de Bath al islamismo por amor al saber, y que atestigua la presencia de italianos, ingleses, franceses y alemanes entre los traductores del árabe de la escuela de Toledo.
Lo más comentado
Diccionario de física cuántica: entrelazamiento
Sinopsis del siglo XXI
¿Nos controla el inconsciente?
Artículos top 12 publicados en el año 2022