Durante décadas se ha atribuido erróneamente la paternidad del ordenador electrónico digital, honor que se reconoce por fin a un físico otrora olvidado, John V. Atanasoff.
La historia hizo justicia por fin a John V. Atanasoff. Tras decenios de oscuro anonimato, este profesor jubilado de física comenzó a recibir a los 84 años el reconocimiento de las ciencias del cómputo por algo que realizó casi medio siglo antes: la invención de la primera computadora digital electrónica. Hasta hace poco los textos de historia de la informática atribuían a otros ese logro.
En tales relatos se afirma que los ordenadores actuales tuvieron sus orígenes en el decenio de 1930 y en los primeros años cuarenta, época en que abundaron los intentos independientes y enfrentados para automatizar, acelerar y, en general, eliminar el fastidio y la monotonía de los procesos de cálculo largos. Así, por ejemplo, Vannebar Bush, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, acabó en 1932 una computadora mecánica que efectuaba cálculos por medio de engranajes y ejes giratorios. El alemán Konrad Zuse, George R. Stibitz, de los Laboratorios Bell Telephone, y Howard H. Aiken, de la Universidad de Harvard (este último con la colaboración de la International Business Machines Corporation, IBM) desarrollaron, hacia finales de los años treinta y cada uno por su parte, ordenadores "electromecánicos", en los que se utilizaban relés para la representación de los números. Las posiciones "cerrado" y "abierto" de los contactos del relé representaban los dígitos 0 y 1 del sistema de numeración binaria, cuya base es 2. (A diferencia del sistema de numeración normal, de base 10 y que para expresar los números se vale de los dígitos 0 al 9, en el sistema binario los números se representan mediante combinaciones de ceros y unos.)
Lo más comentado
Los genes nos impiden desentrañar el origen de la vida y del universo
No, la física cuántica no dice eso
La vistosa nube naranja
El experimento KATRIN consigue acotar la masa del neutrino