Los sistemas de frenos hidráulicos utilizan un líquido a presión para aplicar fuerzas más intensas y uniformes a las zapatas de frenado.
Los frenos hidráulicos tienen un papel decisivo en el funcionamiento seguro de los vehículos. Hasta los años treinta, la mayoría de los sistemas de frenos se basaban exclusivamente en la fuerza del pie del conductor sobre el pedal del freno. Varillas o cables dirigían esa fuerza para oprimir unas zapatas contra un tambor, con lo que las ruedas perdían velocidad. Por contra, los sistemas de frenos hidráulicos hacen uso de líquido a presión para aplicar unas fuerzas de frenado más intensas y uniformes. Al apretar el pedal del freno se activan los émbolos del cilindro de mando, transformando así la fuerza aplicada al pedal en presión que se transmite por el circuito hidráulico para hacer que los émbolos de los cilindros de rueda activen los frenos, sean de tambor o de disco. Como el área del cilindro de rueda es mayor que la del cilindro de mando, la fuerza aplicada se amplifica.
Abril 1998
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