El depósito de películas superconductoras, capa atómica a capa atómica, produce materiales cuyas temperaturas críticas son muy superiores a las que se habían venido obteniendo desde 1987.
Las diversas formas de la materia a bajas temperaturas se corresponden con diferentes órdenes microscópicos. Nos son familiares los estados gaseoso, líquido y sólido. Cuando la temperatura desciende por debajo de un valor "crítico", aparece el estado superconductor —descubierto en 1911 por Gerd Holst y Kammerling Onnes— y deja de haber de repente resistencia eléctrica.
Durante 50 años, el fenómeno sólo se dio hasta unas pocas decenas de grados por encima del cero absoluto. Pero desde 1986, el descubrimiento de una nueva familia de superconductores de "alta temperatura", los cupratos, ha hecho albergar esperanzas de aplicaciones variadas: transporte de alta potencia, almacenamiento de energía, producción de intensos campos magnéticos, magnetometría, telecomunicaciones, informática rápida y otros. Para las aplicaciones a gran escala se precisa la obtención de cables superconductores; a menor escala, hacen falta películas delgadas de buena calidad.
Junio 1994
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