Un aparato del que ya habló Isaac Newton en 1687 sigue proporcionando un vasto campo de experimentación en dinámica de fluidos.
Turbulencias en la célula Couette-Taylor. [Marc Serrano]
Tras un fenómeno tan común como la circulación del agua por una cañería, se esconden mecanismos de notable interés científico. De su análisis se ocupa la hidrodinámica, la parte de la física que estudia el comportamiento de los líquidos. En esta colaboración nos proponemos construir un instrumento que nos permitirá estudiar el comportamiento dinámico de los líquidos en un amplio espectro de condiciones.
En la mayoría de los sistemas hidrodinámicos (tubos, embalses, barcos, etcétera) sucede que el fluido, agua por ejemplo, toza contra una pared inmóvil. o viceversa. En la interfase, o capa límite, se experimentan fuerzas de cizalla que desembocan en movimientos de disipación de energía en el interior del líquido. En función de la velocidad relativa entre éste y el vaso que lo contiene, aparecen dos tipos de comportamiento: a bajas velocidades, el flujo suele ser laminar, tranquilo y regular; a velocidades elevadas, en cambio, se torna agitado, turbulento y caótico.
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