¡Cuánto se empobrecería el universo si Saturno y los demás planetas gigantes no tuvieran anillos! Por fin se va sabiendo cómo los esculpe la gravedad.
Gran parte de la economía mundial se basa en los inventos que hizo posible el físico del siglo xix James Clerk Maxwell, padre del electromagnetismo y pionero de la termodinámica. Poco beneficio económico, en cambio, han aportado los anillos de Saturno, otro de sus temas de investigación favoritos. No por eso han de dejado de cautivar. Decía en el trabajo con el que ganó el premio Adams de 1857:
Hay algunos problemas en astronomía hacia los que nos sentimos atraídos... por su peculiaridad... [más] que por las ventajas directas que su solución pudiera aportar a la humanidad... Que yo sepa, no ha habido ningún uso práctico de los anillos de Saturno... pero cuando los contemplamos desde un punto de vista meramente científico se convierten en los cuerpos más notables del cielo, exceptuando, quizás, esos otros cuerpos aún más "inútiles", las [galaxias] espirales... Pero en cuanto de verdad hemos visto ese arco enorme doblarse sobre el ecuador del planeta sin que se perciba conexión alguna, no podemos apaciguar ya la mente.
Abril 2002
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