La exploración del espacio-tiempo por medio de supernovas, además de revelar que el cosmos acelera su expansión, puede arrojar luz sobre la naturaleza del universo y sus constituyentes.
La comunidad científica asistió el año pasado a un doble descubrimiento que entrañaba un cambio radical en la comprensión del cosmos. Por un lado, la aceleración de la velocidad de expansión del universo y, por otro, la necesidad de que una forma exótica de energía sea responsable de dicha aceleración. La energía en cuestión constituiría una parte substancial del contenido del cosmos y contrarrestaría la fuerza ejercida por la atracción gravitatoria en su globalidad.
Dos fueron los equipos de astrofísicos implicados en el nuevo marco. Uno y otro aplicaron los mismos métodos, por lo que no sorprendió que sus conclusiones coincidieran. Cada grupo, sin embargo, trabajó por su cuenta. Sobre la labor realizada por el proyecto Alta-Z (''High-Z Team'') se han extendido en el artículo precedente Robert Kirshner y Nicholas Suntzeff, miembros del mismo. Nosotros formamos parte del Proyecto Supernovas y Cosmología (''Supernova Cosmology Project''), en el que intervienen otros astrofísicos de institutos y universidades americanas, europeas y australianas. Desarrollamos parte de la labor en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma.
Marzo 1999
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