¿Se pueden moderar o desviar las grandes tempestades tropicales, huracanes, tifones y ciclones?
Cada año, enormes tempestades giratorias desencadenan vientos superiores a 125 kilómetros por hora. Barren los mares tropicales y devastan las costas. Cuando estas furiosas tempestades —llamadas huracanes en el Atlántico y el Pacífico oriental, tifones en el Pacífico occidental y ciclones en el océano Indico— se abaten sobre regiones densamente pobladas, pueden matar a millares de personas y causar daños por valor de miles de millones de euros. Y nada, absolutamente nada, se opone a su paso.
Pero, ¿deben esas terribles fuerzas de la naturaleza permanecer por siempre más allá de nuestro control? Mis compañeros y yo creemos que no. Nuestro grupo está investigando cómo podríamos desviar los huracanes hacia caminos más benignos, o desactivarlos. Aunque de este atrevido objetivo seguramente nos separan decenios, creemos que nuestros resultados muestran que no es demasiado pronto para ir estudiando ya las posibilidades.
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