La matemática más importante del siglo XX hubo de sortear, a lo largo de su vida, los obstáculos con que fue encontrándose por su condición de mujer y sus orígenes judíos. Fue la primera mujer que crearía en Alemania una escuela científica.
[BIBLIOTECA ESTATAL Y UNIVERSITARIA DE BAJA SAJONIA, GOTINGA]
La física se basa en los principios de conservación de la energía, del impulso y del momento angular. A la matemática Emmy Noether (1882-1935) le debemos la formulación que los relaciona con propiedades fundamentales del espacio-tiempo. Los "teoremas de Noether" se cuentan entre los principales de la física matemática.
La vida de Noether contrasta con la modernidad de su legado científico: como mujer tuvo que imponerse una y otra vez a las resistencias de una sociedad de varones, cuyos hábitos nos parecen ahora propios de un remoto pasado, pese a haber transcurrido apenas cien años. Cualquier mujer menos genial habría, al menos en Alemania, sucumbido a tal oposición. Ninguna de las matemáticas de renombre pertenecía a esa nación.
Por culpa de las trabas sufridas, terminó tarde los estudios; luego, no encontró empleo oficial en su profesión, y trabajó sin salario. Hasta el fin del Imperio no pudo alcanzar el reconocimiento oficial, aunque no recibió una paga sustanciosa. Su labor, fecundísima, inspiró a numerosos alumnos. Expulsada de la universidad por los nazis en 1933, emigró a los Estados Unidos. Su muerte repentina, un par de años más tarde, cerraba una carrera científica incomparable.
Diciembre 2004
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