Se cuentan por centenares, por miles, las estrellas de masa ingente que se despojan con violencia de sus capas más externas, desgarran el gas que encuentran a su alrededor, lo empujan hacia el medio interestelar y lo apilan en nubes inmensas. Fotones ultravioleta ionizan el gas que ciñe a las estrellas. Estamos ante un brote estelar (starburst).
Las estrellas masivas se forman en grupo o asociación. No hay mayores aglomeraciones que en los brotes. La energía involucrada en el desarrollo de un brote estelar deja su sello en los discos de las galaxias, huellas que perduran millones de años, estructurando el medio interestelar y en ocasiones la apariencia general de algunas galaxias.
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