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En síntesis
- Las mujeres encuentran más atractivo a un hombre cuando un ramo de flores adorna la estancia; también scitan antes con él.
- Las flores ejercen un efecto positivo sobre el estado de ánimo de las personas, lo que contribuye a las relaciones sociales y la solidaridad.
- En el hospital, las plantas alivian el dolor de los pacientes; en despachos y aulas escolares disipan el estrés.
A quién no le han regalado un ramo de flores alguna vez: por su aniversario, la licenciatura, en el día de su boda, el nacimiento de un hijo, o incluso, en su funeral. Por tradición se sabe que la flor transmite una intención delicada, atrae las miradas de los presentes y produce una sensación de felicidad en la persona que la recibe. Ahora bien ¿de dónde surge tal convicción? Desde hace algunos años, diversos experimentos dentro y fuera de las paredes de un laboratorio descubren el impacto que producen las flores en la conducta, el pensamiento y el estado de ánimo de las personas.
La psicóloga Jeannette Haviland-Jones, de la Universidad de Nueva Jersey, explica que el cultivo de flores y plantas ornamentales comenzó hace más de 5000 años. En esa época, la dedicación, el tiempo y el esfuerzo que supone la actividad floral no guardaba ningún interés personal ni económico. ¿Por qué, entonces, los humanos desarrollaban tal menester? ¿Querían proporcionar a su entorno un efecto estético y emocional positivo a través de las flores y plantas ornamentales? En la actualidad se ha demostrado que flores y plantas influyen en el humor y la conducta de las personas. Por ello, se les debería conceder mayor importancia.
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